El ocio digital sigue en aumento

El Ocio Digital puede ser un factor clave para el desarrollo de competencias digitales.

La tecnología ofrece un amplio abanico de posibilidades. Gracias a ella, hoy las personas pueden acceder rápidamente a información, comunicarse, realizar tareas de manera más sencilla y más. Su irrupción en la vida de las personas es tal, que ha establecido nuevas formas de aprender, trabajar y de vivir el ocio.  Esta tendencia se venía desarrollando a la par de la modernización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICS) y se aceleró con la pandemia.

 

Los indicadores sobre las TICS presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos del Ecuador (INEC) en el 2020 demuestran cómo se ha incrementado el uso del Internet y los dispositivos móviles en el país.  Las cifras más actualizadas que están disponibles son del 2020 cuando se registró que el porcentaje de personas que utiliza Internet había alcanzado el 70,7%.

 

La cifra representa un incremento de 11,5 puntos porcentuales frente a la registrada en el 2019, cuando el porcentaje era del 59,2%. Entre estos dos años, el número de hogares con acceso a Internet y de personas que utilizan teléfonos inteligentes también creció. A la par, el analfabetismo digital cayó 1,2 puntos porcentuales entre el 2019 y el 2020. Con esto, el espacio al incremento de actividades de ocio digital queda cada vez más abierto.

 

El rápido desarrollo de las computadoras, el Internet, la realidad virtual, los videojuegos, entre otros, han influido en la manera en la que actualmente se vive el ocio. Los dispositivos tecnológicos, que son cada vez una parte más importante en la vida de las personas, han facilitado esta transición.

 

Sobre el ocio digital o virtual puede pesar una larga lista de estigmas. Quizás el más grande está relacionado a las actividades que forman parte de él. Van más allá de los videojuegos, aunque estos son definitivamente de los pasatiempos virtuales más populares. El abanico de actividades es cada vez más amplio. Venían desarrollándose desde hace varios años y la pandemia no hizo sino impulsarlas.

 

Pensemos en las actividades de ocio más populares, como salir de excursión, hacer deporte, ir de compras o al cine o al teatro. ¿Hay alguna que no pueda hacerse de manera digital? Si bien la experiencia puede no ser la misma, está disponible para quienes estén interesados en probarla. Es por eso que en el 2020, cuando muchas industrias se vieron golpeadas por la pandemia, aquellas que facilitaban la realización de actividades recreativas virtuales vieron cifras récord de crecimiento.

 

Hay actividades de ocio digital que generan más interés que otras. El ver series o películas siempre ocupa los primeros lugares- de ahí el auge de las varias plataformas de streaming que existen en la actualidad. No es casual que Netflix alcanzara el récord de 37 millones de nuevos suscriptores anuales en 2020 demostrando la consolidación del streaming como uno de los pasatiempos más populares que existen en la actualidad.

 

Escenarios similares se vivieron en plataformas de videojuegos como Steam, de comercio electrónico como Amazon. Esta última plataforma registró un crecimiento del 38% en el 2020 y logró superar los mil millones de dólares en ventas diarias, lo que refleja que las personas buscaban nuevas maneras de hacer compras. La amplia flexibilidad parece ser el motor que impulsa este nuevo tipo de ocio. Si, por ejemplo, eres amante del teatro y quieres disfrutar de una obra o una exposición que un museo en Europa presentará, puedes hacerlo.

 

Sin embargo, esta ‘intrusión’ de los espacios de ocio en la vida diaria de las personas puede también representar una distracción. Es importante establecer los límites necesarios para evitar que los espacios de trabajo o estudio se vean interrumpidos por estas actividades. De igual manera, es recomendable no permitir que las responsabilidades se interpongan en el tiempo de ocio.

 

Tomemos en cuenta el tiempo que las personas pasan en redes sociales. De acuerdo con cifras de Statista, hasta marzo del 2021 las personas pasaban más de 45 minutos al día en estas plataformas. Curiosamente, el grupo que menos utiliza las redes sociales según este portal tiene entre 0 y 19 años, mientras que los que más tiempo invierten en ellas tienen entre 40 y 44 años.

 

La visión más generalizada sobre el ocio digital es que debido a él, las personas se aíslan y dejan de socializar en el mundo ‘real’. Esto puede ser cierto, pero solamente hasta cierto punto, pues si bien las personas al realizar estas actividades pueden no interactuar con otras en un mismo espacio físico, sí lo hacen en un espacio virtual.  Por lo tanto, su uso abre espacios para que estas personas se sientan integradas, interactúen y se comuniquen con otras que tienen sus mismos intereses.

 

No por eso hay que descuidar los potenciales efectos negativos. Es importante reconocer señales de alerta, pues la propia Organización Mundial de la Salud identificó en el 2019 como un trastorno el abuso de los videojuegos. Cuando otras actividades, como los estudios o el trabajo, se dejan de lado para dedicar ese tiempo al ocio digital. Asegúrate de que estas actividades no se vuelvan una prioridad y sigan siendo nada más que un pasatiempo.